El día O

Hoy es el día «O», pero no «O» del arquitecto que entró en la Real Academia de la Bandurria por la letra O, sino el día O de obra. Hoy tengo que ir por primera vez a mi obra de construcción, a jugarme la vida..y es que los amagos de arquitecto vivimos con el corazón en un puño (y el cuter en el otro, por si acaso).

Por si sucumbo ante la amenaza de las vigas o atacada por un obrero descamisado, tengo que decir brevemente algunas cosas que no quiero que caigan en el olvido, ya que desde mi nacimiento viví con la ilusión de crear un libro que sea «Mensaje a los estudiantes de arquitectura», es la ilusión de mi vida.

En primer lugar, quiero decir, que nunca olvideis la frase cumbre que repiten tanto y nunca se debe olvidar: ¡¡¡¡¡No se va a la obra con tacones!!!!.(si,alguien va)

 El segundo consejo que os doy, queridos amagos de arquitectos, es que si vais a cabo verde no seais ratas y me traigais más caramelos, que estan muy buenos y saben a poco, y que lo de irme a incubar huevos de tortuga todavía lo tengo en mente pero aun no en proyecto, por ahora cojo los de las gallinas que despues de incubarlos puede usarlos para tener un sedoso cabello, ya bonito de por sí gracias a mis increíbles y sinuosos genes.

En siguiente lugar, tengo que decir un gran consejo que oí hace poco en una clase en la que escribí al rpincipio: Clase de Roca, así que no se quien  la dió, porque no tengo ningñun profesor cone se apellido, pero que desde que leí la frase de mi puño y letra le he elevado a la catergoría de sabio: «Ustedes cobrénlo todo»

POr último,y para ser breve, tengo que decir que la adcción a los pquetes de gominoles tiesas Haribo, el café y la coca cola puede superarse al terminar con proyectos, todo es ponerse.

Habló la voz de la experiencia.